Jornada 3
| Juan de Juni | 2 | 5 | Parque Alameda |
Y a la tercera, la vencida.
Veníamos de jugar un gran partido la semana pasada pero nos quedamos en un empate. Tocaba ganar y lo hicimos, contra un equipo con más físico que otra cosa. A pesar de una primera parte floja en defensa, vamos viendo a un equipo con ganas de pelear, como queriendo suplir su falta de centímetros (a lo alto y a lo ancho) con garra pero también con juego. Porque, sobre todo en la segunda parte, vimos jugadas muy bien trenzadas, con pases al primer toque y, así, van llegando las ocasiones de marcar.
Como decía, la primera parte no fue buena. Sobre todo la defensa. Pepe hizo muchos cambios (hasta cuatro en seis minutos), la mayoría porque los chicos caen en errores mil veces ensayados en los entrenamientos. Pero la empanada era general; nos quedábamos mirando lo que ellos hacían, dejándoles recibir cómodamente los balones y dándoles espacio para pensar y jugar. Esas situaciones y un cierto desorden, provocaron más de una superioridad de ellos en ataque que, afortunadamente, no supieron rematar o las desbarató Álvaro.
Pero jugando así, no es más que cuestión de tiempo que te lleves una sorpresa y, de esa forma, con un cañonazo desde lejos, nos colaron
el primer gol, mediada la primera parte. Eso sí, la reacción fue rápida y contundente: en apenas tres minutos, nos poníamos por delante con dos bonitos goles. Uno, tras un saque de banda con una buena combinación que remata Bruno. Otro, en un gran punterazo de Yllera desde lejos, precioso. Sin embargo, esa mala defensa nos seguía haciendo pasar apuros y fruto de ello, nos empatarían un minuto después. Después de diez minutos de sequía, en tan sólo seis, llegarían cinco goles, ya que Bruno nos pondría por delante gracias a una buena combinación con Yllera. 2 a 3 en el marcador con el que llegaríamos al final de la primera parte.
La charleta de Pepe en el descanso parece que les aclaró algunas cosas, sobre todo en defensa. Orden, anticipación, marcaje más próximo,... Salieron con más ganas, como con más rabia, peleones y eso que ellos no se lo ponían fácil, son duros y lo demostraron. Pero se notó la mejoría en defensa que, unida a otro gran partido de Isma (¡vaya dos porteros que tenemos!), permitió dejar nuestra portería a cero en esta segunda parte.
La nuestra, porque la suya no, aún caerían un par de goles más. Tardarían en llegar pero hubo ocasiones durante esos diez primeros minutos para haber conseguido el gol que les diera un poco de tranquilidad. Hubo buenas contras, con salidas rápidas, buenos regates de Bruno, jugadas bien hechas... pero no llegaba el gol. Hasta el minuto diez, en que Víctor recibe un pase en el borde del área, levanta el balón por encima del defensa y hace un remate algo raro pero que no sabe atrapar el portero. Llegó el gol de la tranquilidad con algo de suerte, y siguió tres minutos de después, en un disparo de Rubén que rebotó en un defensa y entró. Tres goles de ventaja con los que se llegaría al final del partido.
